A lo largo de la historia, los poderes públicos han influido significativamente en la producción, transformación, distribución y consumo de alimentos. Desde los aranceles de importación hasta las subvenciones de ciertos cultivos, estas intervenciones han dado forma a las políticas alimentarias que conocemos hoy.
En el contexto europeo, la Política Agrícola Común (PAC) ha jugado un papel crucial desde 1962, buscando aumentar la productividad, estabilizar los mercados y asegurar la disponibilidad de alimentos a precios razonables. Sin embargo, la producción industrial de alimentos ha traído consigo desafíos para la salud humana y de la naturaleza, obligando a integrar aspectos sostenibles en este tipo de políticas.
En años recientes, ha emergido un movimiento de base municipal y social, impulsado por la coproducción de políticas públicas entre ayuntamientos, organizaciones sociales y actores económicos locales. Este movimiento, centrado en la agroecología, la soberanía alimentaria y la economía social y solidaria, está transformando las políticas alimentarias a escala local y tiene como hito fundamental el Pacto de Milán sobre Políticas Alimentarias Urbanas (2015).
En esta edición del curso, enfocada a pequeños municipios del medio rural, abordaremos cómo diseñar y poner en marcha políticas alimentarias locales sostenibles (PAL) con recursos limitados, aprovechando las competencias reales y los recursos endógenos del territorio. El curso se enmarca dentro del proyecto Alimenta Territorios, financiado por el Ministerio de Transición Ecológica y Reto Demográfico y está alineado con los objetivos de fijación de población, generación de empleo local, transición ecológica y mejora de la calidad de vida rural.
A lo largo de la historia, los poderes públicos han influido significativamente en la producción, transformación, distribución y consumo de alimentos. Desde los aranceles de importación hasta las subvenciones de ciertos cultivos, estas intervenciones han dado forma a las políticas alimentarias que conocemos hoy.
En el contexto europeo, la Política Agrícola Común (PAC) ha jugado un papel crucial desde 1962, buscando aumentar la productividad, estabilizar los mercados y asegurar la disponibilidad de alimentos a precios razonables. Sin embargo, la producción industrial de alimentos ha traído consigo desafíos para la salud humana y de la naturaleza, obligando a integrar aspectos sostenibles en este tipo de políticas.
En años recientes, ha emergido un movimiento de base municipal y social, impulsado por la coproducción de políticas públicas entre ayuntamientos, organizaciones sociales y actores económicos locales. Este movimiento, centrado en la agroecología, la soberanía alimentaria y la economía social y solidaria, está transformando las políticas alimentarias a escala local y tiene como hito fundamental el Pacto de Milán sobre Políticas Alimentarias Urbanas (2015).
Este curso pretende llenar un vacío en la formación en nuestro país, explorando cómo las administraciones locales pueden y deben actuar en el ámbito de la agricultura y la alimentación. A pesar de la creencia común de que estas competencias son exclusivas de niveles superiores de la administración, la Ley Reguladora de las Bases del Régimen Local y otras normativas proporcionan herramientas para que los municipios promuevan entre otras, prácticas agroecológicas, mercados locales, y hábitos alimentarios saludables.
En esta edición del curso, enfocada a municipios medianos y grandes (más de 10.000 hab), abordaremos cómo diseñar y poner en marcha políticas alimentarias locales sostenibles (PAL) en entornos de complejidad por la transversalidad de este tipos de políticas. El curso se enmarca dentro del proyecto 2024-2025 financiado por el Ministerio de Derechos Sociales, Consumo y Agenda 2030 y está alineado con los objetivos de ODSA lo largo de la historia, los poderes públicos han influido significativamente en la producción, transformación, distribución y consumo de alimentos. Desde los aranceles de importación hasta las subvenciones de ciertos cultivos, estas intervenciones han dado forma a las políticas alimentarias que conocemos hoy.
En el contexto europeo, la Política Agrícola Común (PAC) ha jugado un papel crucial desde 1962, buscando aumentar la productividad, estabilizar los mercados y asegurar la disponibilidad de alimentos a precios razonables. Sin embargo, la producción industrial de alimentos ha traído consigo desafíos para la salud humana y de la naturaleza, obligando a integrar aspectos sostenibles en este tipo de políticas.
En años recientes, ha emergido un movimiento de base municipal y social, impulsado por la coproducción de políticas públicas entre ayuntamientos, organizaciones sociales y actores económicos locales. Este movimiento, centrado en la agroecología, la soberanía alimentaria y la economía social y solidaria, está transformando las políticas alimentarias a escala local y tiene como hito fundamental el Pacto de Milán sobre Políticas Alimentarias Urbanas (2015).
Este curso pretende llenar un vacío en la formación en nuestro país, explorando cómo las administraciones locales pueden y deben actuar en el ámbito de la agricultura y la alimentación. A pesar de la creencia común de que estas competencias son exclusivas de niveles superiores de la administración, la Ley Reguladora de las Bases del Régimen Local y otras normativas proporcionan herramientas para que los municipios promuevan entre otras, prácticas agroecológicas, mercados locales, y hábitos alimentarios saludables.
Analizaremos cómo las políticas alimentarias locales pueden ayudar a transformar los sistemas y entornos alimentarios. Se abordarán, por ejemplo, temas como la preservación de suelos fértiles, la promoción de ferias de productores locales, y el suministro de alimentos ecológicos en comedores públicos.